Por qué estuve perdida durante estos dos meses…

Esto comenzó así…

“Por medio de la presente le comunicamos que debe suspender sus actividades inmediatamente.”

Era 4 de diciembre y mi correo me despertaba con esta comunicación del edificio donde, hacía tan solo cinco meses, había mudado mi negocio: ConContraseña.

¿Qué, quéeeeeeee? Fue mi primera reacción. No entendía nada.

Luego me enteré.

Para resumir: cuando empecé mi operación en ese nuevo espacio, todo comenzó muy bien.
Tan bien, que cuando llegó noviembre, lo teníamos todo reservado… ¡y casi todo diciembre también!

Y aunque eso, en principio, trajo mucha felicidad y orgullo —de saber que estábamos haciendo las cosas como era—, también llamó la atención de la administración del edificio, que no estaba acostumbrada a recibir a tanta gente.

Su sistema de ingreso con huella y cámara, más todos los protocolos de seguridad que tenían, hacían que se acumulara la gente en recepción.

Y esto bastó para que, de ahí en adelante, nos convirtiéramos en un foco de problemas para ellos… con y sin razón.

Modificamos algunas cosas, llegamos a acuerdos, pero aun así nada era suficiente.

Empezaron a ponernos trabas, a pesar de que nuestros vecinos amaban lo que hacíamos… ¡y hasta habían cotizado experiencias con nosotros!

Mejor dicho: nos la montaron.

Terminamos el año cumpliendo nuestros compromisos, pero con un sinsabor muy grande.

En mi corazón, sabía que prefería perder la inversión (y el amor puesto en ese lugar) antes que sentir que no íbamos a poder trabajar en paz y con tranquilidad.

Me permití tener momentos de angustia y luego, con la resiliencia que me caracteriza, comencé a planear la transición.

Me preocupaba el flujo de caja, la inversión —otra vez— en un nuevo espacio, pagar el destrate, conseguir el lugar perfecto… ¡tantas cosas!

¿Pero sabes qué? Lo logré.

Con lo ganado a final de año pude cubrir varias cosas (aunque luego las cuentas quedaran en cero), logré negociar aquí y allá, y conseguí un espacio perfecto.

El nuevo ConContraseña estuvo listo el 1 de abril, y según quienes conocieron el anterior, ¡este quedó mejor!

Solo en estos momentos es cuando entiendes el poder de preguntarte siempre:
¿Para qué me está pasando esto?

Nunca se entiende en el momento, porque estás consumida por la rabia, la frustración o la angustia.

Pero luego, cuando la marea baja —y si te has puesto la diez—, lo ves claramente:

Me pasó eso para demostrarme que puedo estar en un lugar mejor.
Para darme cuenta de que tengo una shark interior que resulta que sabe negociar muy bien.
Para aprender a tomar mejores decisiones.
Para estar en una ubicación MIL VECES mejor.
Para confirmar que creo en lo que hago.
Para darme cuenta de que tengo gente divina que me acompaña en las buenas y en las malas.

Fueron meses difíciles, no te voy a mentir, pero me encargué de solucionar, un día a la vez, cada cosa que se iba presentando.

Hoy las cuentas del banco no están boyantes, pero están esperanzadas, porque arrancamos con agenda llena —sobre todo en experiencias privadas y corporativas—, y sé que poco a poco volveremos a tener estabilidad.

Pero esto es un proceso. Hay que tener paciencia. Hay que ser positivos.

Cómo no serlo, si veo lo que estamos haciendo y me lleno de orgullo.
Si veo a la gente feliz después de asistir a ConContraseña y cómo nos recomiendan.

Como te contaba, casi toda nuestra agenda ahora está concentrada en experiencias para empresas o grupos privados que quieren celebrar o compartir algo.

Eso ha hecho que nuestra agenda al público ya no sea tan robusta como antes.

Pero, como no quiero por nada del mundo dejar a un lado el propósito de juntar conocidos y desconocidos alrededor de la cocina y de la mesa, este mes abrí un campito para tres experiencias que nos encantan y nos alegran el corazón:

1. EscapaDate

Experiencias para parejas 


Una experiencia única para parejas en la ciudad de Bogotá, en la que no solo vivirán un plan diferente, sino también una forma divertida e inusual de reconectar.
Podrán dejar atrás las preocupaciones diarias y dedicar un rato solo para ustedes, donde lo único importante será disfrutar de la compañía del otro mientras aprenden a preparar un menú suculento o algo deliciosamente inspirador, donde la creatividad y la conexión son los principales ingredientes.
Fecha: Jueves 29 de mayo a las 6:30 p.m.

2. Pastalicious con Giovanna


El taller en el que aprenderás a hacer fetuccine y pasta de colores desde cero.
De la mano de Giovanna —nuestra mano derecha e izquierda en ConContraseña— conocerás los secretos para hacer masa al huevo a la perfección, cómo convertirla en una pasta larga y en una pasta de colores… ¡mejor que la de cualquier restaurante!
Todo un festín para tus sentidos.
¿Lo mejor? ¡El precio! Solo $95.000
Fecha: Viernes 30 de mayo a las 6:30 p.m.

3. Comer, parchar, amar


Nuestra exitosa clase para todos aquellos que quieren aprender a cocinar para una sola persona.
Así es, en esta práctica clase, además de salir con muchos conocimientos e ideas para defenderte en el día a día en la cocina, disfrutarás de un día diferente mientras conoces a otras personas, comerás muy rico y terminarás amando todas las maravillas que saldrán de tus manos.
Fecha: Domingo 1 de junio a las 11:00 a.m.

¿Y dónde será todo esto?
Por supuesto, en el nuevo ConContraseña.

Ahora estamos ubicados en la Calle 109 No. 15-24, local 5. Donde está El Corral, pero en el segundo piso.

Si quieres apuntarte a alguna de estas experiencias, haz clic aquí para verlo todo.

Seremos felices de que nos acompañes en esta nueva etapa. 💛

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